Monday, October 17, 2005

La Gatita Blanca

La Gatita Blanca

Érase una vez una linda y chiquitina gatita que nació un día 31 de diciembre de 1980. Era una fría noche de invierno en Paris. La mama sintió que sus hijitos llegarían esa noche de año nuevo para celebrar con los amigos. Se acostó en su canasto y despacito fueron saliendo uno a uno los pequeñitos desperezándose y gritando de contentos por llegar en un momento tan bueno. Y como no estar contentos si el día de año nuevo todo es fiesta y felicidad en las casas de los parisinos y hacen muchísimas cosas ricas para comer y compartir con sus amigos gatitos.

Pasaron rápido los días y la gatita fue creciendo y engordando con la leche que le daba su mama. Estaba muy contenta porque sabía que un día tendría unos amos para ella solita.

El día 10 de febrero cuando ella tenia 40 días, Gerome, el dueño de casa, la puso en una cajita de regalo y se fue con ella donde la familia Lefranc. Ese día, se celebraban los 5 años de Paola y los 2 de Nathalie. Como Gerome las quería mucho pensó que el mejor regalo de cumpleaños seria la linda gatita gorda que llevaba en la cajita.
Cuando llego las niñitas estaban acostadas porque era de noche y luego de saludar a los padres de las cumpleañeras se fue derecho al dormitorio y les entrego el regalo.

Paola que era la más grande abrió la cajita sobre su cama y al ver a la gatita se puso a gritar acompañada por su hermanita Nathalie: es chiquitina, decía Paola, es calientita gritaba Nathalie, es peluda, tiene uñas, gritaban mientras descubrían las particularidades de la gatita. Al escuchar tanto alboroto los padres acudieron raudos a la pieza de las niñita y vieron con ojos embelesados a la pequeña gatita que estaba sentada como una reina sobre la cama.

¿Mama, es verdad que es para nosotras? Pregunto Paola que era más grande. Si, le respondió la mamá. Es para ustedes pero deberán cuidarla mucho porque es una bebe y necesita mucho amor. Nosotros la cuidaremos dijo Nathalie en su media lengua. ¿Y como la llamaremos? pregunto Paola. La mamá respondió: yo creo que se llamara Blanca, es un lindo nombre, así se llamaba la gatita que yo tuve cuando era niña. Ya, dijeron en coro las niñas, se llamara Blanca, es el mejor nombre que hemos oído.

La gatita Blanca acompañaba a la familia en todos sus viajes por Europa y un día cuando decidieron viajar a Argentina, Blanca viajo en un avión dentro de una gran jaula que compartió con su amiga la Tortuga Quiti. Un año después, la familia se vino a vivir a Chile, y gatita y tortuga los acompañaron nuevamente en su Jaulita. Este nuevo País les encanto a ambas porque las casas tenían jardín donde corretear y mucho espacio para hacer descubrimientos.

Pasaron los años y la tortuga Quiti un día se fue a vivir a otra casa mas grande y Blanca quedo sola con los amos. Dormía una noche en cada cama, comía su comida preferida, en verano dormía al solcito y cuando hacia frío se instalaba en un lugar cerca de la chimenea.
Y así fue que la Gatita Blanca vivió durante 18 años con las niñas y fueron muy felices hasta el día en que cansada de tanta aventura decidió irse a cazar mariposas al cielo de los gatitos.

2 Comments:

Blogger Narci said...

Sencillo y tierno además de didáctico.
Narci

3:55 PM  
Anonymous Anonymous said...

Son cuentos que escribi para mis nietitos, cuando estos estaban aun lejisimo de llegar a este mundo. Pero como yo estaba segura que algun dia apareceria su cabecita por ahi, me he ido preparando con hart anticipacion.
Gracias a ti

3:34 PM  

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